Cuando visitamos el medio natural, todas las actividades que realizamos tienen un impacto ambiental. Por ello, siempre debemos intentar que este impacto sea el mínimo posible, que no se note que hemos estado allí. Siguiendo unas sencillas recomendaciones, podemos ayudar a mantener el equilibrio ambiental y su buen estado.
Intenta no dejar ningún rastro de tu visita. Si todos dejamos el perro desatado, nos llevamos una piedra, ponemos música, salimos de los caminos señalizados o dejamos basura, los hábitats se degradan rápidamente y perjudicamos al medio ambiente. ¡Con gestos muy sencillos, podemos encontrar el equilibrio entre visitarlos y conservarlos!
Las hogueras en espacios no habilitados o durante épocas de riesgo de incendio pueden acabar en catástrofe. Sigue la normativa y tan solo haz fuego en espacios habilitados y en épocas en las que esté permitido. Consulta la información al respecto antes de realizar cualquier fuego.
Imagínate que un día quieres salir de tu casa y no puedes porque hay un coche mal aparcado. Esto puede pasarles a las personas que viven dentro o cerca de los espacios naturales cuando no aparcas en los espacios habilitados. Busca los aparcamientos habilitados o públicos y aparca solamente en los lugares señalizados.
Si alguien viene a visitarte a tu casa, ¿cómo te gustaría que se comportara? Todo eso que creas que no sería correcto: actos vandálicos, dañar infraestructuras, botellones y ruidos… son comportamientos que debes evitar en los espacios que visitas, estos lugares son la casa de alguien y es necesario respetar el descanso de los vecinos.
Tu visita y lo aprendido puede ser clave para sensibilizar a tu entorno de la importancia de conservar el medio natural y mostrar las buenas prácticas que has seguido. ¡Colabora a transmitir estas ideas y que todo el mundo conozca lo importante que es conservar la naturaleza!
Si todos los que visitamos un espacio nos llevamos una planta, un animal o una piedra, imagina qué pasaría: una acción aparentemente inocente puede acabar destrozando un hábitat o afectando a una especie. Observa los animales y las plantas en su hábitat sin molestarlos.
En tu visita a los espacios naturales encontrarás espacios habilitados para comer y beber. Utilízalos y no dejes rastro de tu visita. ¡Colabora en mantener el entorno limpio!
A veces sin querer, cuando seguimos aplicaciones como Google maps o Wikiloc estamos usando rutas que no son las oficiales y quizás acabamos dentro de la casa de alguien. Infórmate en las fuentes oficiales de la amplia oferta de itinerarios y rutas señalizadas para disfrutar de estos espacios.
Aunque pueda resultarte raro, no te pongas crema solar si lo que harás es refrescarte en un río, lago o poza. Estas cremas contaminan el agua y son muy perjudiciales, generan una película de grasa que dificulta la oxigenación del agua y afectan negativamente a la fauna que allí vive, póntela cuando ya no vayas a remojarte más. Y respeta las regulaciones o limitaciones de baño en las zonas donde no esté prohibido.
Dentro o muy cerca de algunos espacios naturales encontramos espacios agrícolas. La agricultura, en ocasiones, forma parte de la vida de los parques naturales. Los campos y cultivos son su espacio de trabajo, procura no ponerte dentro de los campos, no cojas frutas ni hortalizas y deja paso para la maquinaria agrícola.
Fondea con ancla sobre fondo de arena o piedra, evita los fondos de posidonia (una planta marina de gran valor ecológico). Los prados de posidonia son un espacio clave para la biodiversidad y refugio para muchas especies de interés pesquero. ¡Ayúdanos a preservar la riqueza de nuestro mar durante tu navegación!
En algunos espacios naturales, su conservación es incompatible con algunas actividades lúdicas y deportivas como montar en bicicleta o hacer escalada, ya que pueden tener efectos directos en el buen estado de la fauna y flora. Durante la época de nidificación hay que tener especial cuidado. Consigue información sobre qué actividades puedes realizar o cuáles necesitan autorización.
Liberar un animal en un espacio natural puede provocar graves impactos en las especies de flora y la fauna autóctona y alterar su hábitat. Actúa con responsabilidad.
Piensa que tu perro puede ser una especie intrusa en estos espacios, si lo llevas atado no molestará ni a los rebaños ni a la fauna salvaje y no pondrá en peligro especies que se encuentren amenazadas. La primavera es un momento especialmente delicado porque muchas especies están criando.
Ante todo, es importante no dejar basura ni ningún elemento que pueda contaminar el espacio, algunos tardan años en degradarse. Además, si la depositas en el contenedor correspondiente, haces más fácil su gestión y sigues las buenas prácticas.
Muchos de estos lugares tan espectaculares, pero al mismo tiempo vulnerables aún, son poco conocidos o mantienen un equilibrio frágil entre el número de visitantes y su conservación. Utiliza el GPS o las redes sociales con responsabilidad.
Los caminos señalizados están ahí por tres motivos: evitar dañar la flora y la fauna que allí vive, erosionar el terreno más de la cuenta, porque ese camino se ha consensuado con las personas que viven en ese espacio o son las propietarias, y porque es el más seguro y fácil para hacer la visita. Respeta las señales: te informan, te orientan y te indican los accesos correctos.
Si circulas en bicicleta por los espacios naturales, hazlo por carreteras o pistas anchas; nunca por senderos. Y siempre a la velocidad permitida. ¡En la naturaleza, todos tenemos cabida!
Para disfrutar de los espacios naturales hay que ir preparado. Infórmate del grado de dificultad del itinerario que quieres hacer, de las condiciones del terreno y la meteorología, reserva el acceso si fuera necesario, donde se encuentran los centros de información… Consulta la web o la app del espacio natural, te ayudará a preparar bien tu visita y conocer todos los servicios disponibles. Disfruta de la oferta turística local, activarás la economía local y ayudarás a combatir el despoblamiento rural.
Si quieres recoger setas, castañas, espárragos u otros frutos, asegúrate de que tienes el permiso de la persona titular de la propiedad, allá donde lo hagas. Evita intoxicaciones y estropear lo que no te vas a comer: coge tan solo las setas y los frutos que conozcas.
En algunas zonas de los espacios naturales encontramos áreas señalizadas a donde no se puede acceder. Esta señalización suele ser para la protección de hábitats o especies amenazados. Haz tu visita solo por los espacios donde no estés dañando la biodiversidad.
En los espacios naturales puede ser que encuentres rebaños y ganado pasturando. Trata de no hacer ruidos molestos, deja los candados eléctricos cerrados para que no se pierdan y lleva los animales domésticos atados para no interferir en su actividad.
En tu visita, todo lo que puedas hacer para que no se note tu presencia será beneficioso para la naturaleza. Si evitas ruidos estridentes, podrás observar y escuchar fauna que de otro modo te perderías.
Los centros y puntos de información son equipamientos donde encontrarás personas que resolverán dudas, te informarán y te orientarán para hacer de tu visita una experiencia única. ¡Pide consejo y déjate orientar!
Muchas personas a la vez en un mismo espacio puede romper el equilibrio natural y dañarlo. Dosifica tu visita en espacios naturales, como también el baño en ríos y pozas, y visítalos durante un tiempo limitado para dejar descansar la fauna que vive allí. Si puedes, visita el espacio fuera de las épocas de mucha frecuentación, tu visita seguro que será mucho más gratificante.
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